La confirmación

(De cómo desarrolló María Laura,
la hija de la catequista,
y el Padre Berisso le come la cabeza.)

Pésame, Dios mío, por… el cosquilleo,
otra vez, con más furor, aprieta
la tela entre las rodillas, una mano
cubre la boca, y desciende,
no nos dejes caer… al abdomen,
pero se detiene
y se persigna, en el nombre del padre,
del hijo…
besa la cruz del rosario
que pende entre sus pechitos,
Amén, Padre nuestro que… suspira, el cielo,
las piernas le tiemblan, dánoslo hoy…
se estremece el acolchado, líbranos del mal…
besa con fervor el crucifijo
pequeño del rosario, ten piedad…
respira hondo, cierra los párpados,
para darse con goce, por mi culpa…
al futuro castigo, por mi gran culpa…
y se agota entre fiebre y súplicas,
hasta caer dormida
en el paraíso de los sueños
así en la tierra como en el cielo…